Cincuenta prisioneros
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Esta historia ocurrió en una pequeña ciudad de Turquía, donde sucedió un gran terremoto.
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Ante la escasez de personal para las labores de rescate, el alcaide de la prisión tomó una decisión difícil: Liberó a los cincuenta prisioneros que tenía a su cargo diciéndoles:
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"Quiero que vayan y ayuden a rescatar a los heridos, a los muertos y a recoger los escombros. Espero que regresen..."
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Varios días más tarde, cuando las labores de rescate se terminaron, TODOS y cada uno de los cincuenta reos se presentaron por su propia cuenta ante el alcaide en la prisión.
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Unos meses después, los medios dieron a conocer esta historia, y el gobierno, al enterarse de ello; ordenó que aquellos hombres fueran liberados de forma inmediata y definitiva. Por su parte el alcaide fue condecorado y ascendido.