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Corderos, lobos y perros pastores

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El muchacho tuvo una pelea en la escuela.

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Su abuelo, quien pastoreaba ovejas, lo llevó al campo donde le mostró una escena aterradora.

Cuatro lobos asaltaron al aterrado rebaño, que sin importar lo numeroso que era, corría sin saber qué hacer.

De repente apareció un solitario perro que aún en desventaja luchó contra la manada dejando a las ovejas a salvo.

 

Finalmente el anciano habló: “Existen tres clases de personas: por un lado los corderos, pacíficos, pero que no saben cómo enfrentar al mal cuando llega a sus vidas. Por otro lado los lobos, quienes creen que pueden ir por la vida lastimando. Y por último unos que llevan en su sangre la agresión y el deseo de proteger al débil, nacieron para enfrentar al lobo... Ellos son los perros pastores. Yo no educo corderos y juro por Dios que no permitiré a un lobo en casa... Así que deberás ser un perro pastor”.

 

El joven aprendió la lección y con los años se enlistó en el ejército con una carrera destacada.

Cuenterourbano

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