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División

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Cuenta la historia que el presidente de un cierto país comunista, a pesar de ser un convencido ateo, quiso tener un gesto de respeto con los creyentes de su nación.

 

Decidió reunirse en privado con los representantes de todas la religiones, uno por uno y les hizo preguntas sobre su forma de ver a Dios.

 

Luego de un tiempo los convocó para hacer un anuncio:

 

"He decidido, como gesto de respeto hacia ustedes, los creyentes, construir en la capital, con dinero del Estado un gran edificio con todos los elementos necesarios para que ustedes puedan hacer sus ritos y todo lo relacionado con su fe... además así podrán convivir en paz"

 

El presidente salió de la reunión pensando en lo grandiosa que había sido su idea. Pero ocurrió algo inesperado para él; pasado un año de haberse entregado el edificio, nadie lo usaba. Lleno de curiosidad, fue de nuevo donde los representantes religiosos y les preguntó por qué se negaban a usar el recinto, y todos ellos le respondieron básicamente lo mismo: "Nuestro dios nos prohíbe estar junto a pecadores que no creen lo mismo que nosotros..."

Cuenterourbano

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