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El corazón en bandeja

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Un estudiante estaba muy enamorado de la jovencita más hermosa del colegio. Pero, como suele pasar, ella no le daba "ni la hora" sin importar lo que él intentara.

 

Un día, el muchacho se armó de valor, la confrontó y le dijo: "Dime, ¿qué tengo que hacer? para que al menos, me des una oportunidad". Ella, con toda la crueldad de la que fue capaz, y riéndose en su cara, respondió: "Así me trajera el corazón en una bandeja de plata, no saldría con usted".

El muchacho se sintió muy mal, terriblemente humillado; y así, se fue para su casa, donde se encerró en su habitación y, con un cuchillo que había tomado de la cocina, se arrancó el corazón del pecho para ponerlo sobre una bandeja de plata.

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Varios días después del suicidio del joven, a la niña le entregaron una carta manchada de sangre que decía:

"Mi amor.

Junto a esta carta encontrarás mi corazón, tal y como lo pediste. Puedes hacer con él lo que quieras, romperlo, patearlo, tirarlo a la basura... pero te ruego, por favor que tengas cuidado, pues tú vives en él..."

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Cuentan que aún hoy, aquella jovencita está recluida en un sanatorio a las afueras de Bogotá, donde deambula con la carta en una mano, un corazón de papel rojo en la otra, y le dice a todos quienes se acercan que un día, vendrá a sacarla de allí, el muchacho que, por amor, le dio su corazón en bandeja de plata.

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Cuenterourbano

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