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Karma en el juicio
La historia comienza con una jovencita de diecisiete años que fue atrapada por la policía, con drogas, en la calle.
Por tratarse de una menor de edad y ser una cantidad pequeña solo daba para una multa de máximo cinco mil dólares. Sin embargo, cuando fue llevada a juicio, y en presencia de sus padres; a ella parecían importarle más su pelo o sus uñas que lo que se decía en la corte.
Mientras el juez, en un tono amable, trataba de explicarle que andar con drogas es ilegal y que consumirlas es algo estúpido, ella le dio la espalda mientras le gritaba "El estúpido eres tu" y le hizo un gesto obsceno con sus manos.
En ese momento, el hombre de ley se quitó la cara de papá, se puso la de juez y le dijo: "¿Acabas de llamarme estúpido?"
-Si, respondió la joven.
"¿Me hiciste un gesto obsceno con tus manos?"
-Si -dijo ella en tono desafiante-, y no me voy a disculpar con nadie...
En ese caso -dijo el juez- yo tampoco me voy a disculpar con nadie por sentenciarte a sesenta días de prisión, por desacato a un juez, más una multa de cinco mil dólares por posesión de drogas... caso cerrado.