La renuncia de Satanás
Una mañana, mientras estaba en su oficina, Dios recibió un e-mail… era de parte de Satanás y para sorpresa del Creador, decía lo siguiente:
Para: Dios, Presidente de “La Creación” S.A.
Asunto: Renuncia Irrevocable.
Estimado Dios:
Por este medio presento mi renuncia al cargo de Director General del Infierno, por los siguientes motivos:
*Llevo una eternidad en el cargo, trabajando las 24 horas del día, los siete días de la semana, sin haber tomado un solo día de descanso.
*Durante ese periodo de tiempo, no he recibido aumentos de salario ni primas, a pesar del arduo trabajo y la creatividad de mi parte.
*Recientemente me enteré de que el Departamento de Marketing de su oficina, dirigido por su hijo, ha hecho publicidad negativa en mi contra.
*De acuerdo a estudios independientes, he descubierto que se me ha asignado de continuo, al personal con menor calificación… en otras palabras, a los rebeldes.
Por lo tanto, solicito que se me asigne un reemplazo a la mayor brevedad posible.
Cordialmente, Satanás.
Luego de pensar por un rato, el Padre escribió su respuesta, que decía lo siguiente:
Mi estimado Satanás:
Comprendo tu inconformidad, pero por ahora, no puedo aceptar tu renuncia por las razones a continuación:
*No hay nadie, en toda la Creación más capacitado que tú para el cargo, pues te recuerdo, que fuiste tú quien planteó la necesidad de hacer una prueba exhaustiva a nuestros clientes. Y teniendo en cuenta ese criterio he asignado a tu departamento a los que se atreven a hacer preguntas, a los que dudan. No son los rebeldes como tú crees.
*Luego de la gira efectuada por mi hijo, por la Tierra; he decidido cerrar tu departamento. Por lo tanto, todos los clientes, sin excepción serán trasladados a las oficinas centrales en el cielo, y preciso de ti para verificar que ninguno quede atrapado en la burocracia.
Además te informo, que en compensación por tu trabajo; he dispuesto para ti un jugoso plan de retiro, que incluye una propiedad en el lugar del Universo que escojas, libre de impuestos y una pensión vitalicia igual a la de los congresistas colombianos.
Agradezco tu paciencia y te invito a tomar un café en mi oficina.
Cordialmente, Dios.