Platino

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Habían pasado dos años desde que los del circo compraron a Platino, un poderoso lobo gris, con la ambición de domarlo; pero no lo conseguían.

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Por más que lo castigaban o sometían a hambre, aquel animal se negaba a hacer los trucos que le mostraban con los perros, osos y leones.

 

Un día, simplemente, Platino comenzó a obedecer; así que anunciaron con bombos y platillos el nuevo espectáculo, el primer circo del mundo con un lobo entre sus atracciones.

 

Durante la noche de apertura, todo transcurría con normalidad. Cuando inició el número de Platino, el domador se sentía confiado de su éxito mientras hacía sonar el látigo.

Pero en lugar de lanzarse hacia los aros en llamas, como estaba planeado, el gran lobo se lanzó a su verdadero objetivo: el cuello del hombre que lo había golpeado por años.

 

Platino mordió con rabia hasta desgarrar por completo a aquel infeliz. Mientras los asistentes huían despavoridos y los de seguridad mataban a balazos a Platino el espíritu del lobo viajó hacia el helado bosque de donde fue arrancado para saludar a su vieja amiga... La Luna llena.