Por qué no tomo más…
​
Es la historia de un hombre, quien había perdido a su esposa en un trágico accidente. Luego de entrar en una profunda depresión, terminó refugiándose en la bebida.
​
Una noche, llegó a casa tan ebrio, que su hijo adolescente tuvo que levantarlo del suelo para llevarlo a la cama.
A la mañana siguiente, el muchacho le preguntó: Papá, ¿por qué tomas de esa manera?
“Yo tomo para olvidar el dolor por la muerte de tu madre…”, fue la respuesta que recibió.
​
Unos días más tarde, cuando el hombre llegó a casa de trabajar, sorprendió a su hijo en la sala, en tal estado de embriaguez, que montó en cólera y lo abofeteó.
​
Por la mañana, papá se levantó arrepentido de haber golpeado a su hijo, así que fue a la habitación del muchacho y le dijo: Hijo, en verdad lo siento, no debí haberte golpeado, pero eres demasiado joven para beber”
El jovencito, en tono altanero le respondió: “Papá, TÚ tomas para olvidar el dolor por la muerte de mamá, YO lo hago para olvidar el dolor que me causa el abandono en el que TÚ me tienes…”