Quítate la peluca

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Milena amaba a Carlos, tanto que decidió que le pediría matrimonio.

Pero había un problema, ella jamás le había hablado a su novio sobre una rara enfermedad genética que ocasionaba que no le creciera cabello y la obligaba a usar pelucas.

 

Luego de mucho pensarlo optó por decirle la verdad; lo citó en un restaurante. 

Mientras esperaba que Carlos se hiciera presente pensó de todo: ¿qué pasaría si el muchacho la rechazaba?

 

Cuando por fin Carlos apareció, le temblaron las rodillas pero se arriesgó; con voz temblorosa le habló de sus sentimientos y de su condición.

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El joven la miró con ternura y respondió: "Ya lo sospechaba, sin embargo, quiero pedirte algo, por favor quítate esa peluca, quiero verte por primera vez como realmente eres".

 

Milena accedió; Carlos, con los ojos húmedos por la imagen de su amada exclamó: "quiero estar el resto de mi vida a tu lado... Y por favor, nunca más uses eso, eres bella por encima de cualquier cosa, te amo así, al natural".