top of page

Una nariz nueva para Lina

 

 

Para Lina, mirarse en el espejo era la peor de las torturas… A sus 17 años maldecía en silencio a la arbitraria naturaleza.

​

¿Por qué era tan desdichada de no tener la nariz respingada, la estatura elevada y la cintura estrecha de esas modelos a las que adoraba?

 

Ya estaba cansada de su apariencia común, y más aún de sus comunes padres que se negaban a darle una cirugía de senos y nariz para su cumpleaños.

​

Así que cuando el peluquero le  dio el número de un amigo suyo, quien le haría los procedimientos a bajo costo y a crédito, ella no lo dudó ni por un instante.

 

Acudió a la cita con el amigo del peluquero y todo quedó pactado. Para cuando fuera su cumpleaños ella estaría en camino de ser la mujer de sus sueños.

 

Llegado el día, mientras le inyectaban la anestesia sintió un escalofrío, algo trataba de detenerla… tal vez era demasiado pronto, pensó; pero alejó esos pensamientos sombríos al cerrar los ojos.

 

El cadáver de Lina fue arrojado en un potrero… Y a los tres días apareció en un titular: “Nueva víctima de las cirugías estéticas”

Cuenterourbano

bottom of page